Jueves, 9 de febrero de 2023
La Comisión de Medio Ambiente del Colegio y la Asociación de Ingenieros Industriales de Madrid organizó el pasado 1 de febrero el webinar “Zonas de bajas emisiones (ZBE)” con el objetivo de desgranar el RD 1052/2022, aprobado a finales de diciembre. En este encuentro, expertos en el ámbito nacional e internacional reflexionaron sobre cuestiones básicas respecto a calidad del aire y cómo las ZBE pueden ser instrumentos para conseguir la neutralidad climática en núcleos urbanos. Asimismo, representantes del Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico (MITERD) y el Ayuntamiento de Madrid expusieron sobre la legislación y los planes y estrategias para conseguir ciudades en la que vivir sea más saludable.
En la inauguración, Fabián R. Torres Suárez, decano del COIIM, y José Antonio Díaz Lázaro-Carrasco, presidente de la Comisión de Medio ambiente COIIM-AIIM, que moderó las intervenciones, explicaron la importancia de encuentros de este tipo para reflexionar sobre temas de actualidad y escuchar voces significativas sobre materias que interesan al sector, como el medioambiente, en este caso.
Según indicaron, antes de que acabe el año los municipios de más de 50.000 habitantes deberán desarrollar zonas de bajas emisiones con la finalidad de mejorar la calidad del aire que respiramos y, para ello, es importante saber las exigencias que se nos imponen o sugieren, de dónde partimos y las herramientas que necesitamos para conseguir los objetivos.
Calidad del aire, movilidad urbana y zonas de bajas emisiones
En su intervención Xavier Querol Carceller, profesor investigador del CSIC y experto a nivel mundial, reconoció que la calidad del aire ha mejorado mucho desde el 2005. “Entonces, teníamos 45 zonas que incumplían la legislación en materia de calidad del aire. Ahora, cumplimos la normativa, en lo que se refiere a las partículas, que es el contaminante más dañino. Se ha hecho un gran esfuerzo”, pero no es suficiente. Según este especialista, la directiva se ha quedado obsoleta y tenemos que ponernos las pilas si queremos cumplir con las normativa y propuestas. El profesor Querol refirió que el último informe de la Comisión Europea concluye que solo un 1 % de la población europea urbana está expuesto a niveles ilegales, pero la gran mayoría, el 96 % de la población de Europa respira aire con una contaminación en partículas por encima de lo que sugiere la OMS; el 95 % en caso del ozono y el 89 % en el caso del óxido de nitrógeno.
Sobre la movilidad, desde el punto de vista científico, señaló que existe una estrategia basada en cinco medidas clave:
- Mejora del transporte público metropolitano. En su opinión, estas medidas deben partir de crear parkings disuasorios en la ciudad de origen y hacer carriles bus, que eviten retenciones.
- Reducción del número de vehículos. Entre las medidas que permiten reducir los coches, se encuentran: transporte público adecuado, peajes urbanos y restricciones de parking. “No hay medidas que reduzcan más el tráfico que estas”, subrayó.
- Los coches que entren en las ciudades deben ser limpios o menos contaminantes. La pieza clave son las zonas de bajas emisiones y la electrificación. “No resuelve el problema del NO2 ni de las partículas, pero son una pieza indispensable para la mejora de la calidad del aire”.
- La distribución urbana de mercancía.
- Rediseño urbano. Pero llevar a cabo esta última medida y que sea efectiva es necesario que se cumplan primero con premisas como la reducción de coches y hacer que la flota sea menos contaminante.
El investigador del CSIC incidió en que “hay que reducir el tráfico y las emisiones para hacer ciudades más saludables para vivir”.
Regulación de las zonas de bajas emisiones
Para desgranar las principales cuestiones que aborda el Real Decreto 1052/2022 por el que se regulan las zonas de bajas emisiones, se contó con Marta Muñoz Cuesta, subdirectora general de Aire Limpio y Sostenibilidad Industrial del Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico (MITERD), que subrayó que el decreto “no solo se centra de la calidad de aire, sino que abarca también el cambio climático en las ciudades, de manera conjunta y coordinada, que es uno de los problemas que queremos resolver y que, además, justifica el que se tomen este tipo de medidas”. Además, aborda otras cuestiones, como pacificación, contaminación acústica, eficiencia energética, movilidad.
La ley de cambio climático indica que hay una obligación antes de 2023 de introducir planes de movilidad urbana sostenible que integren zonas de bajas emisiones en municipios de más de 50 mil habitantes, en territorios insulares y en municipios de más de 20 mil habitantes cuando se superen los valores límite de los contaminantes regulades en el RD 102/2011 relativos a la mejorar de la calidad del aire. “Esta medida afecta solo al 1,8 % de los ayuntamientos, pero más de la mitad de la población española se beneficiará directamente de ella”, indicó Muñoz Cuesta.
Un elemento muy importante del real decreto, que destacó la subdirectora general de MITERD, es que los objetivos son cuantificables. De hecho, en él se establecen los indicadores de cómo se miden. “El objetivo no solo es cumplir, es mejorar. Por eso se especifican no solo restricciones sino áreas de mejora”, concretó.
También hizo hincapié en la participación pública y la gobernanza, es decir, en la adopción de acciones conjuntas y coordinadas por parte de las administraciones centrales, autonómicas y locales para el cumplimiento de los objetivos.
Plan 360 del Ayuntamiento de Madrid
En 2019, el Ayuntamiento de Madrid diseño y desplegó la Estrategia de Sostenibilidad Ambiental 360. Una estrategia viva, que ha evolucionado para atender las nuevas necesidades de la ciudadanía y que, en la actualidad, está conformada por más de 200 iniciativas. Sobre esta evolución y las iniciativas habló José Amador Fernández Viejo, director general de Sostenibilidad y Control Ambiental en el Ayuntamiento de Madrid
Entre las principales acciones desarrolladas destacó la limitación de los vehículos más contaminantes, ayudas históricas para la transición sostenible (plan estratégico de subvenciones para la movilidad sostenible y la regeneración urbana y eficiencia energética), fomento del transporte público, sostenibilidad de la Empresa Municipal de Transporte (EMT), distribución urbana de mercancías, servicio de estacionamiento regulado, electrificación y eficiencia energética, arbolado y zonas verdes, etc.
Todas estas medidas han favorecido que, desde la puesta en marcha de este Plan, “hayamos conseguido cumplir con la normativa y hayamos logrado que mejore la calidad de aire de nuestra ciudad”.
Neutralidad climática en las ciudades
“Las ciudades ocupan cerca de un 4 % del territorio de la UE, pero concentran el 75 % de la población (85 % en 2050). Son representantes del 65 % del consumo energético y de más del 70% de las emisiones de CO2”, reveló durante su intervención Julio Lumbreras, profesor titular asociado de la Universidad Politécnica de Madrid (UPM). Por tanto, si queremos alcanzar el Pacto Verde Europeo debemos comenzar por las ciudades. Así se refleja en la iniciativa Misión Europea de Ciudades “100 Ciudades climáticamente neutras”.
“La misión de la Misión Europea de Ciudades es conseguir que haya al menos 100 ciudades europeas que lleguen a ser climáticamente neutras e inteligentes antes de 2030. Lo difícil es cómo conseguir el objetivo”, afirmó Lumbreras.
Según explicó, para llevar a cabo este ambicioso propósito, la Misión plantea siete instrumentos concretos, que ha aprobado la Comisión Europea y que están lanzando: una plataforma europea (NetZeroCities), firma de contratos climáticos, sello misión, plan de financiación, I+D+i, Modelos innovadores de gobernanzas e involucración ciudadana y un marco común de monitorización, reporte y verificación.
También avanzó que se está desarrollando un análisis económico, el caso económico de la descarbonización de la cuidades. “Los sectores principales están muy identificados. Por eso, se sabe que, en una ciudad, hay que hacer tres cosas: descarbonizar el transporte, los edificios y la generación eléctrica. Son las tres palancas de cambio. Y para el transporte las zonas de bajas emisiones son un elemento fundamental, no solo para luchar contra la calidad del aire sino también para la descarbonización”, señaló. Para ello, la inversión necesaria estimada es de 10 mil euros por persona por habitante. En Madrid, sería necesaria una inversión de 35 mil millones de euros para conseguir la descarbonización. “Pero esta inversión supone unos ahorros que consigue que el balance sea positivo. Los beneficios son mayores que los costes e inversiones. Es una oportunidad económica”, destacó el profesor asociado de la UPM, que refirió que el principal problema es financiero: “Estas inversiones hay que hacerlas a corto plazo, de aquí a 2030, y muchos de los beneficios son a más largo plazo”.
